jueves, 3 de diciembre de 2015

Ni con el pétalo de una rosa...

La humanidad posee dos alas: una es la mujer, la otra el hombre. Hasta que las dos alas no estén igualmente desarrolladas. LA HUMANIDAD NO PODRÁ VOLAR. (Anónimo)
«Los abusos más cobardes son los psicológicos y económicos, no permitas que tu marido o esposo los practique contigo». Hoy el tema de la violencia dejo el espacio de lo privado y secreto al espacio de lo público y es actualmente uno de los graves problemas sociales que cruza las diferentes redes primarias y secundarias de la sociedad.

Cada 25 de Noviembre, se conmemora  el día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Este crimen caracterizado por tener como víctimas a mujeres por su condición de género crece y a una velocidad alarmante. Las elevadas tasas de violencia contra las mujeres por el hecho de serlo se ven reflejadas en las cifras, las cuales son abrumadoras. La panorámica de esta problemática demuestra que va más allá de la discriminación y la violencia en general. Se deben identificar las causas y tomar medidas de inmediato.
Al parecer la violencia contra la mujer se encuentra en una situación crítica, pues se sabe que en América Latina, el Perú ocupa el segundo lugar en feminicidios. En un inicio, estos casos empezaron a ser investigados por organizaciones feministas, las cuales recopilaban información y las enviaban periódicamente a autoridades pertinentes para que puedan tener algún reconocimiento.
No fue hasta el año 2009 que se empiezan a tomar medidas para prevenirlo. Según el Ministerio Público, el 77% de víctimas de feminicidio fueron asesinadas por sus parejas o exparejas y entre el 2009 y 2010 se registraron 283 feminicidios. Sin embargo, el número de feminicidios en el país se redujo de 131 casos el 2013 a 93 en el 2014, números que representan un descenso positivo.
Además, según Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), se han registrado 74 feminicidios en lo que va del año, una cifra que desvelaría que 7 mujeres son asesinadas al mes en el Perú siendo los distritos de San Juan Miraflores, Ate, San Juan de Lurigancho, Callao e Independencia los que registran mayor cantidad de delitos en la última década y en provincias el que presenta más casos en denuncias y maltrato físico es Arequipa en donde se han registrado 32 asesinatos en los últimos 6 años.
En la mayor parte de casos, el agresor forma parte del entorno de la víctima y el 64% de estas mantenía una relación sentimental o íntima con su agresor.


Para María Pía Mosquera, psicóloga de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, el problema mayor es cuando la víctima se queda callada, ya que al hacerlo permite la violencia y solo ella es capaz de detenerla. Considera que el feminicidio es la peor expresión discriminatoria contra las mujeres. "Estos abusos debieron acabar hace décadas, pero al parecer si no nos centramos en las causas y acciones a tomar no llegaremos a nada", señala la especialista.
Uno de los casos más mediáticos de feminicidio en Lima fue el de Giovanna Raquel Ramón el cual remeció a la sociedad. La víctima, madre de tres menores niños, fue asesinada a martillazos por su conviviente en la vivienda que compartían en el distrito de Ate Vitarte. El cuerpo de Raquel fue encontrado dentro de una maleta en las laderas del río Rímac en la zona de Carapongo. Tras perpetuar el crimen, el mismo autor del horror, llamó a familiares de la víctima para confesar el acto que había cometido contra su amante.
Para la especialista Mosquera, la mejor herramienta para evitar los abusos es la prevención, en específico en la educación.


La importancia de las políticas públicas se basa en la necesidad que se tiene por fomentar la liberación de la problemática del feminicidio en el país. El aproximado de agresores que se encuentra detenido es muy por debajo de lo que la agresión representa y el aumento de estos ataques requiere de una acción inmediata. En la actualidad existen normativas para contrarrestar el problema, pero para Mayra Reyes, jueza que ejerce en el distrito de Ate, estas normas no son empleadas efectivamente, y piensa que hasta en algunos casos “ni siquiera son usados para los casos que se presentan, se necesitan castigos más severos”.
Entre las normas y leyes que existen para combatir el feminicidio se encuentran la ley de prevención y sanación del hostigamiento sexual, el artículo 108- B: Feminicidio, promulgado el 18 de julio del 2013 y las políticas nacionales de obligatorio cumplimiento para las entidades del gobierno nacional.
Según la Dra. Rita Figueroa Vásquez, Fiscal Superior de Familia de Lima del Ministerio Público, estas manifestaciones de violencia se practican en un ejercicio de poder o de dominio por parte del agresor. “Al agredir, lo que intenta es impedir la autodeterminación de las víctimas y frustrar su proyecto de vida”, señala el fiscal.

La situación de la mujer peruana es crítica. De acuerdo a INEI, el Ministerio Público y el Ministerio de la Mujer, cada 20 segundos una mujer es violentada en Lima y Callao y el 65,6% son víctimas también de violencia psicológica.
Rita Figueroa considera que en nuestra comunidad existe el apoyo contra el feminicidio, ya que las personas tienen conciencia de que trata y como afecta a las mujeres. “Existen asociaciones, campañas y grupos pequeños de mujeres que luchan contra el feminicidio”, comenta la doctora.


El país debe despertar y levantarse en contra de la injusticia que se vive día a día y a la vista de todos. Las mujeres deben ser tratadas con respeto e igualdad. Se tiene que crear conciencia y romper el silencio para construir una sociedad en la que el feminicidio no ocupe un espacio tan grande y deje de crecer.


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